Soy Sandra Gali, me apasiona la Comunicación. Durante mi experiencia en el ámbito de la Comunicación entre empresas, sus productos y sus clientes, he descubierto que la clave de comunicar adecuadamente reside en la comunicación entre personas y, sobre todo, la comunicación de cada persona consigo misma. Así llego al Coaching ontológico, como el camino que propongo para acompañar a otras personas en su camino hacia afrontar nuevos cambios de la vida, a veces escogidos, a veces encontrados, y en el logro de sus retos, en cualquier ámbito de su vida: personal, individual, familiar, profesional…
Es la primera vez que todos tenemos un mismo enemigo. Para empezar, vamos a formularlo en positivo, “es la primera vez que todos tenemos el mismo objetivo“. Este hecho, por sí mismo, ya es muy poderoso, épico.
Paradójicamente, está siendo imprescindible estar aislados para estar más unidos que nunca. ¿Qué nos está diciendo todo esto? Que todos somos parte de la solución… que la suma de pequeñas acciones locales, es la gran solución global… que no es necesario un gran ruido para resolver un gran problema… que todo esto va a suponer grandes cambios en nuestra sociedad? Que es momento de re-plantear-se lo importante…? Y qué te dice a ti?
“Lo único que permanece es el cambio”
Los cambios pueden ser de dos tipos: cambios escogidos y cambios encontrados. Los escogidos, lógicamente son cambios que uno toma la decisión y por ello, estará en la actitud para afrontarlos.
Percibir los cambios como positivos es la primera premisa para reducir el impacto emocional que supone cualquier transformación no escogida. La actitud positiva se basa en la creencia de que el pensamiento cambia los sentimientos y nuestros sentimientos cambian nuestras acciones, mejorándolas.
¿Y qué nos pasa con los cambios que no escogemos?
La situación en la que nos hallamos es, sin duda, un ejemplo global de “cambio encontrado”. Una situación no escogida, no decidida y no esperada, que además lleva implícitos infinidad de cambios, no conocidos, a todos los niveles y que afectarán en las diferentes capas de la sociedad. Los cambios no escogidos pueden resultar desestabilizadores, vienen cargados de incertidumbre y pueden asomar nuevos miedos. La pérdida de confianza deja paso a la necesidad de control, cosa que por otro lado es un sinsentido en un escenario como el que estamos viviendo, donde la incertidumbre es casi lo único seguro.
Por lo visto, la vida va de afrontar lo que viene, porque “lo que viene, conviene”. Esto no quiere decir abandonarse, no hacer planes, no luchar por un futuro deseado y no tener sueños. Esto quiere decir que, a pesar que no haberlo planificado, la situación está sucediendo, aquí y ahora. Posponerlo, no es una opción. Darle la espalda, tampoco. Así que tal vez es buena idea afrontarlo, con todos sus matices.
Ahora toca escoger la Actitud: tenemos dos opciones: A + y A –
Un actitud positiva causa una reacción en cadena de pensamientos positivos + sucesos + resultados. Nuestro cerebro aprende a promover estas reacciones, ¡aprovechemos eso!
Cada célula de nuestro cuerpo, reacciona a todo lo que dice la mente. ¿Sabes que los pensamientos negativos, son una de las razones que más debilitan el sistema inmunológico?
La actitud positiva abre la mente a nuevas ideas.
Si queremos incorporar el valioso hábito de la A+, es necesario conocer qué nos separa de escoger una actitud positiva frente a situaciones aparentemente negativas. En definitiva ¿Porque nos resistimos al cambio?
– Incertidumbre. El miedo a escenarios desconocidos
– Falta de información. O exceso.
– Baja confianza generalizada. O propia.
– Resistencia natural a experimentar. O exceso de control
– Poca flexibilidad. O falta de confianza en la vida.
– ¿Quieres añadir algo más…?
Si te preguntas ¿Qué puedo hacer yo?
Liderar cómo estás viviendo este “cambio no escogido”, está en tus manos. Y parafraseando a Gandhi, “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”
– Podemos ser generadores de momentos que merecen la pena
– Podemos ser el motivador nos gustaría encontrar
– Una buena sonrisa es la mejor herramienta para bajar la tensión
– Podemos ser bondadosos y amistosos
– Podemos dar más valor a las relaciones personales
– Podemos tener una pre-disposición positiva, aun sin ver indicios de los resultados positivos en este momento
– Podemos regalar cumplidos sinceros, con más frecuencia
– Podemos aprender a ser positivo en el negativismo de las otras personas
– Podemos dar más de lo que esperas recibir a cambio.
Para hacerlo breve: La actitud positiva no resuelve todos los problemas, sin embargo, hace que resolver cualquier problema sea una experiencia más agradable.
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